EL DESNUDO DE ARTURO

Son las siete de la mañana , de un día que se levanta plomizo y azulón , con visos de tormenta
-¡La madre que me parió-se queja al escuchar el despertador Arturo , con media conciencia de que es domingo y no tiene que trabajar
Al salir, siente ruido en la cocina, como de cacharreo y bocifera:
-¡¡¡¡¡Maaaaaá....¿me has preparado ya los bocadillos?
-Que síiiiii-grita también ella
-…El Arturito se va a la playa con los amigos-explica la madre, a los que van llegando, mientras le da la vuelta a la tortilla de patatas y menea el aceite de los filetes de pollo, para los bocadillos
-Pues yo me voy con él-grita el hermano pequeño, rubiascón y canijo
-Eso ni te lo pienses, enanito-le corta las ganas Arturo
-¿Y con quién vas, con los de siempre?-pregunta el padre
-Sí-responde Arturo, ensimismado
Y tras largas horas de coche, con la música a todo trapo y un rato de caravana, llegan a la ansiada playa
-¿Sera esta la nudista, tíos?-dice uno de ellos
-A mi me da igual, con que haya nenas-responde Arturo , con una risotada
-Tíos que sí-dice uno de ellos, que se ha adelantado un trecho- que ahí van todos en bolas
-Pues ahora mismo-dice otro que siempre va de cabecilla-nos quitamos toda la ropa y la metemos en las mochilas ,no nos vayan a echar para atrás
Y así se encaminan ,con las cachas blanquecinas en fila ,justo hasta la orilla, intentando aparentar indiferencia, pero mirando discretamente, como furtivos, aquí y allá
-Hay muchos tios, ¿no?-dice uno
-Sí, eso debe ser que vienen tías a puntapala-dice otro
Y se tumban, hasta que se acerca un moreno que les pide fuego entre sonrisas y luego un rubio que les invita a un café con descaro y luego un alemán que les dice algo , entre risotadas vehementes , de su grupo de amigos
-El que diga algo en el pueblo-amenaza Arturo ya de vuelta ,con el rabo entre las piernas-¡le juro por mis muertos, que se va a acordar!
-¡Pues yo mato al hijo puta que me recomendó la puta playa!-dice otro
-Pero..¿ no fue ese que se quiere casar con el novio?-dice otro-¿Ese que tú puteas cada vez que puedes?
-¡Os calláis o me lío a hostias!-vuelve a amenazar Arturo , a punto de llorar de rabia
El domingo ha cambiado de cara y el sol luce en los cielos, derritiendo los corazones de los que lo aguardaban a la orilla de la playa
-¿Por cierto y el Loren?, que con las bullas por irnos, no lo había echado en falta...¿dónde está?-pregunta uno
-Pues dijo que se iba a mear-contesta otro-la que se va a armar cuando vuelva y no nos encuentre
-¡La madre que me parió! con el coraje que le dan a éste los maricones-resopla
El domingo se viste de blancos y de azules, mientras a lo lejos en las dunas, el Loren hace el amor con un alemán, disfrazados de turistas, de arena y de día de fiesta por consagrar.