lunes, 20 de mayo de 2013

VISIBILIDAD


Las enaguas crujen si están bien almidonadas, aunque no se vean debajo de las faldas. Las flores se despiertan al sol cada día, despiden fragancias y se alzan altivas para morir pisadas a ras de asfalto.    El amor nos retuerce las entrañas y nos discrimina y nos exterioriza, cuando lo aceptamos , aunque nos incrimine, porque amamos al que no dictan las reglas .  Pero…¿ quién dictó reglas tan absurdas, como decir quién puede y quién no , ser amado?, ¿qué mano nos golpea , porque le mancha nuestra presencia?, ¿quién nos borra, ignorándonos?, ¿quiénes, son los que nos insultan, y quienes, los que nos desprecian? …Algunas veces callamos para sentirnos normales, en una normalidad que nos ciega, nos ahoga y nos quema.                                                                                                                                       Muchas veces nos vestimos el alma de tragedia griega , de no querer a quien queremos y no gustarnos quien nos gusta, porque no nacimos para vivir en una eterna batalla de dioses paganos, simples mortales, cuando los demás lo tienen tan fácil con solo aceptar que no son lo que son y que no piensan , ni aman , ni esperan , ni confían…Pero todos estamos aquí, hoy, aunque a muchos les duela , y no nos vamos a ir. No vamos a desaparecer en la inopia, ni moveremos un ápice , para retroceder en nuestras exigencias, porque adoramos este mundo hecho a nuestra medida, que nos hace libres, para amarnos como somos. Nos hemos dado cuenta de que estamos hechos a imagen y semejanza de nosotros mismos, de aquello en lo que creemos y de aquello por lo que luchamos y lucharemos hasta el final de nuestra existencia entre iguales, cada uno con nuestras diferencias, almas parejas en un mundo flexible y variable, como la promiscua vida, como la cambiante veleta.

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